La carpintería de aluminio según el CTE
El aluminio es un material que, normalmente, satisface todas las exigencias del Código Técnico de la Edificación (CTE) como parte de la envolvente de una edificación. Es un elemento que ayuda al sector de la construcción a adaptarse a la sostenibilidad demandada por las nuevas normativas.
El aluminio cumple con los valores mínimos de transferencia térmica a través del vidrio (Valor U).
La carpintería de aluminio convierte a los edificios en espacios más habitables y más sostenibles. Sus soluciones cumplen con los valores U más restrictivos teniendo una transmitancia térmica acorde con lo dictado en el CTE.
¿La envolvente térmica se ve afectada por el aluminio?
Este elemento constructivo tiene un importante papel en la climatización de los edificios y la reducción de pérdida de energía. Así la carpintería de aluminio la encontraremos en el Documento Básico de Ahorro de Energía y Aislante Térmico y tendrá que cumplir con:
- La transmitancia térmica.
- La condensación superficial.
- La resistencia a las acciones del viento.
- La permeabilidad al aire.
- El aislamiento al ruido.
La transmitancia térmica es uno de los parámetros que define la envolvente térmica de la edificación. Suele tener sus puntos débiles en los huecos de la fachada, tanto en el marco como en el vidrio. Su valor viene dado en función de la zona climática en la que se instala, el porcentaje de huecos de la fachada y la transmitancia límite del muro.
El cálculo de la transmitancia de los perfiles y el vidrio es por separado.
El valor U en una ventana mide las pérdidas térmicas de cada uno de sus elementos. Debido a esto, una vez elegido el tipo de carpintería de aluminio se determina la transmitancia del vidrio. Cuidado con las tablas a utilizar ya que son de épocas en las que no se contemplaban los aires acondicionados y donde la eficiencia energética toma un papel importante hoy en día.
La condensación superficial de la carpintería de aluminio se basa en los factores de temperatura de la superficie interior y el de la interior mínima en el mes de enero. El factor de temperatura de la superficie interior debe ser mayor al de la interior mínima. En cuanto a las acciones del viento, el aluminio debe ser más resistente que la fuerza del viento para que no sufra deformaciones y afecte colateralmente al aislamiento térmico y acústico.
La permeabilidad al aire, como su propio nombre indica, es la característica de una ventana cerrada de dejar pasar aire cuando se encuentra sometida a una presión diferencial. Esta propiedad afecta directamente al ahorro de energía y al aislamiento térmico e incluso a facilitar la renovación de aire o el aislamiento al ruido en una baja permeabilidad. El aislamiento al ruido es básicamente la capacidad de impedir la entrada de él al interior de la edificación. Un requisito básico para el cumplimiento de la norma de salubridad y confort.
En definitiva, el aluminio es un elemento constructivo altamente cualificado para cualquier tarea a desempeñar con respecto al ahorro de energía y al aislamiento térmico de una edificación.